
Ese famoso Ford GT llegué a tenerlo en versión Scalextric, eso sí, y desde entonces me pareció uno de los coches más espectaculares habidos y por haber, de cuando los coches eran coches y los deportivos, deportivos, diseñados de principio a fin de manera específica y no siendo versiones "engordadas" de los modelos de calle.
El caso es que crecí rodeado de gente a la que le encantaba todo lo que llevase ruedas, desde las bicis de BMX de aquél entonces hasta los camiones, pasando por motos (de motocross con sidecar incluso) y terminando, como no podía ser de otra manera, en los coches.
La proximidad a una gran colonia de viviendas de taxistas hizo que muchos de mis compañeros de clase o amigos tuvieran relación con ese mundo y con ellos disfruté viendo cómo los Renault 12, los Seat Málaga o los míticos Peugeot 505 podían ser destripados en cualquier momento y en plena calle con tal de revivirlos para continuar los servicios hasta alcanzar los 500, 700 y hasta el millón de kilómetros.
Pero la cuestión que creo que me hizo tener aún mayor interés por los coches fue muy distinta y sencilla: a mi padre no le interesaban lo más mínimo y nunca me ofreció esos "paseíllos" de descampado que otros sí hacían. Me tuve que arrimar, por tanto, a vecinos, amigos, etc, para poder disfrutar, desde el asiento que fuese, de esas vueltas cortitas pero intensas allá por los años 80.
Ahora, ya con 41 años y después de un tiempo apartado del mundillo por cuestiones varias, he decidido volver y aprovechar lo que las nuevas tecnologías y medios de difusión nos permiten para aprender, divertirme, conocer gente y compartir experiencias, pasadas, presentes y espero que futuras relacionadas con los coches.
Si quieres ver más capítulos:
Episodio II: El despertar de la fuerza
Episodio IV: Poderoso soy por la Fuerza, pero no tanto.
Episodio V: Tus ojos pueden engañarte. No confíes en ellos
Episodio VI: Una nueva esperanza
Episodio VII: Un arma noble para tiempos más civilizados
Episodio
VIII: Sin duda, maravillosa la mente de un niño es
Episodio
XI: Cuando se apuesta, a la larga, siempre se pierde
Episodio
XII: Soy prisionero del beso que nunca debiste haberme dado
Episodio XIII: A veces no comprendo el comportamiento humano. Sólo intento hacer mi trabajo de la forma mas eficiente
Episodio XIII: A veces no comprendo el comportamiento humano. Sólo intento hacer mi trabajo de la forma mas eficiente
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